Dios Todo poderoso y todo amoroso,
al principio los creaste hombre y mujercomo
señal de la Alianza con Tu pueblo,
la Alianza que Tú más tarde sellarías
con la Sangre Preciosísima de tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo.
Te damos gracias por el don sublime
que constituye la unión de los esposos,marido y mujer,
don que da vida y que los une en una sola carne,
y Te pedimos nos concedas siempre la gracia de apreciar,
honrar y propiciar este don según Tu intención:
el bien fundamental de la sociedad humana
y el símbolo de la unión entre Cristo y su Iglesia.
Al celebrar estos cincuenta años en que la Encíclica Humanae Vitae
ha articulado la doctrina intemporal de la Iglesia,
ayúdanos a ser mensajeros prudentes,
valientes y caritativos de esta buena nueva,
para que pueda florecer una cultura de amor,
vida y matrimonio en nuestra tierra.
Abre las mentes y los corazones
de las personas que se encuentran lejos de esta verdad,
sana a aquellos que han salido perjudicados por cuanto ha sido rechazado
y fortalece a aquellos que se han comprometido a vivirla
y a inspirar a otros a hacer lo mismo.
Por medio de esta gracia,
concédenos vivir en armonía mutua
y en felicidad contigo ahora en esta vida,
y a conocer su perfecta plenitud eternamente en la vida que ha de venir.
Te lo pedimos por Nuestro Señor Jesucristo, Tu Hijo,
Cabeza y Esposo de la Iglesia,
que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo,
y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
Nuestra Señora de Guadalupe, ruega por nosotros.
San Juan Pablo II, ruega por nosotros.
San Pablo VI, ruega por nosotros