En el evangelio de San Juan, Jesus entra al templo con la fuerza de un huracan, volca mesas y saca de alli los vendederos que hacen de la Casa de Su Padre un Mercado. Podria ser este el mismo Jesus, lleno de bondad y compassion, el cual se somete a la muerte en una cruz?
Quedamos perplejos al ver que este cordero manso y suave es al mismo tiempo un leon feroz. Como podria ser asi?
Nos lleva a ponderar la leccion de las Sagradas Escrituras desde el principio hasta el fin. El Dios que es perfectamente puro y santo aborrece el pecado y la corrupcion porque van en contra de su naturaleza, en contra del orden de la creacion, y al fin y al cabo, conducen los seres humanos a la ruina.
Por seguro, Dios es supremamente, infinitamente misericordioso, y conoce muy bien nuestras debilidades y nuestra naturaleza pecaminosa. Pero al mismo tiempo desea purificar el templo de nuestros corazones de todo pecado, idolatria, mancha de corrupcion, como purifico el templo en su dia.
Es algo que incomoda el mundo moderno, donde no queremos oir de nuestras culpas y maldades. Preferimos oir de un suave y apacible Jesus, una Buena Gente, que se compadece de nosotros, se acomoda a nuestros habitos, y nos deja permanecer en la degradacion de nuestros pecados.
Por su puesto, al pensar asi de Jesus, construimos una caricatura de Jesus, y no tomamos en cuenta el Jesus de los evangelios que reprende duramene a los lideres religiosos por su hipocresia e intenciones deshonestas. El en evangelio de San Juan, le dice a los escepticos, los que lo rechazan, que no son hijos de Abraham, sino hijos del Diablo. Con estas palabras tan duras, parece Jesus quiebra el mandamiento del dia moderno: no ofenderas los sentimientos de ninguna persona.
Que vemos hoy dia? Personas que no hacen ninguna distincion entre su ser, su persona, y su pecado. El pecado es lo que son, y es algo que no lo pueden cambiar. Cuando se denuncia un pecado en particular, resulta un choque con la idea popular de la libertad absoluta del individuo para hacer decisiones que no se pueden cuestionar, como si la libertad humana fuera algo sagrado e infalible.
Por lo tanto, cuando se le dice a una jovencita que se viste como una mujer de la noche, su auto-estima es lastimado. Si se le dice a una pareja viviendo fuera de matimonio, en pecado, responden con ira: Quien es usted para juzgar? El mismo lema se repite por parte de homosexuales involucrados en relaciones sexuales. Facilmente olvidamos las palabras de San Agustin, el cual dijo que el corregir el pecador, en un espiritu de fraternidad, es la expresion mas alta del amor.
Jesus habla repetidamente del pecado, de la necesidad del arrepentimiento, y de los horrores del infierno para los que por fin le echan la espalda a Dios. Habla con severidad porque conoce muy bien la debilidad del corazon humano, y entonces trabaja incansablemente por derretir el corazon duro, para liberar la persona de su ceguedad y las cadenas de su pecado.
En particular, Jesus anhela por liberar del pecado a tantos hoy dia que se entregan a la profanacion del cuerpo. Lamentablemente, en el mundo de hoy, el cuerpo ya no se considera sagrado, sino como un objeto, un instrumento para llevar a cabo un proposito de utilidad.
A traves de esa mentalidad, se rebaja el cuerpo a ser meramente una entidad material, sin ningun sentido espiritual o transcendental. De esa manera, el individuo declara su autonomia absoluta, aparte de cualquier nocion de Dios. Entonces es libre de bloquear la concepcion de un nino con anticonceptivos, abortar un bebe no nacido, o por otro lado, llevar a cabo la fertilizacion de embriones en un laboratorio, matando los que no se miran utiles. Sintiendose autonomo, es libre el individuo tambien de cambiar su genero, cuando quiera, al mutilar su cuerpo.
Con esta profanacion total del cuerpo, no es sorprendiente que la plaga de la pornografia aniquila hoy dia el principio Biblico de hombres y mujeres creados a imagen y semejanza de Dios, para formar una communion de amor. El amore es destruido, a traves de la lujuria y el egoismo.
En este medio ambiente, el individuo facilmente se seduce y engana por el espiritu irresistible del mundo, al querer hacer lo que todos hacen, porque todos lo hacen. Pero Jesus advierte en Mateo 7:13: “Entren por la entrada estrecha; porque ancha es la entrada y espacioso el camino que lleva a la perdicion y son muchos los que entran por ella; mas que estrecha la entrada y que angosto el camino que lleva a la Vida!; y pocos son los que lo encuentran.”
La llamada de Dios, para Su pueblo, para todo creyente, desde el Antiguo Testamento, hasta Jesus en el Nuevo Testamento, es el imitar a Dios, el ser santos y perfectos, como el Padre celestial es santo y perfecto. Es una llamada hacia la purificacion de mi templo interior, por la gracia y Misericordia de Jesucristo, el cual me perdona, me levanta, cuando caigo en el pecado.
Pero nunca podemos olvidar que el perdon y la redencion de Jesus no provienen de una gracia facil y barata. Nos llega a nosotros a traves del templo del Cuerpo de Jesus, destruido por nosotros en una cruz, levantado del sepulcro. Por seguro, Jesus pago un precio altisimo al ganar nuestra redencion.
Entonces recordemos siempre que el Senor que purifica el Templo con la ferocidad de un leon, y muere desgraciadamente en una cruz, es el Cordero de Dios, el Dios motivado por amor, y solo amor, al derramar su gracia sobre todo pecador que busca el perdon, sigue el camino de Dios, y hace de su corazon una morada santa, un templo de pureza, para el Senor