Yo argumentaría que la separación entre la procreación y la actividad sexual, lejos de libera a la mujer, podría muy bien ser la mala idea que ha causado el mayor sufrimiento para la mujer en los últimos cincuenta años, y sea por medio de la procreación sin el sexo o por el sexo sin la posibilidad del la procreación, pero la contracepción en general es considerada como algo positive para la mujer.
Ahora, la mujer siempre ha sido explorada sexualmente. No estoy aparantando como sí todas las sociedades no han tenido luchar con la cuestion de la explotación sexual. No obstante, la cultura de la anticoncepción ha sido una fuerza importante tras la sexualización de la sociedad contemporanea y la banalización del sexo como solamente una actividad de exparcimiento. Y las victimas principals de este cambio de actitud han siddo las mujeres.
Sin embargo se están retando las premisas positivas sobre la anticoncepción solamente debido al surgimiento del Nuevo feminism—y aún somos una voz bastante minoritaria dentro de los circulos feministas. No tiene caso lamenter los fracasos del pasado pero siempre he deseado que la PFN se hubiera promovido mas extensamente en la época en que los anticonceptivos se esteban convirtiendo en algo cada vex más disponible. Es dificil no preguntarse cuan diferente sería el panorama social si en las décadas de los anos 50 y 60, cada parroquia hubiera designado a una mujer para que aprendiera sobre la fertilización natural y la enseñara a otras parejas. Sé que el ámbito ha cambiado enormemente en los últimos cuarenta años, pero en aquella época existan algunos métodos naturales. Pero, para poder enseñar la PFN, es necesario tener la habilidad de conversar francamente sobre las fertilidad y yo provengo de unal cultura donde incomoda tanto hablar sobre cualquier tema intimo que para cuando uno termina de desenmarañar todos los eufemismos, a uno se le ha olvidado precisamente de que era de lo que estaba hablando y no se puede realizer la PFN si uno no está preparado para conversar sobre la realidad de la sexualidad humana; con respeto, delicadeza, pero muy honestamente.
Y la industria de la anticoncepción entró a empujones por una puerta abierta y lo sigue hacienda hoy en día. En un mundo dondela quinta parte de la población no tiene acceso a agua potable, donde millones de personas mueren a causa del paludismo cada año, se la sigue dando prioridad a la provisión de anticonceptivos. Me sentí atormentada por un relato de un médico de Kenia que tenía que dejar de attender a algunas mujeres y a sus bebés que tenían enfermedades tratables, porque no contaba con los medios para ayudarlas—mientras que sus clinica estaba llena hasta el tope con preservatiivos y pildoras. Si a las mujeres, tanto en los países desarrolados como en los que están en vía de desarrollo, se les diera acceso fácil a toda la información sobre la valorización de la fertilidad natural, millones más de mujeres podrían cuidar de su propia fertilidad mirtualment sin costo algunos. El Viejo refrán: “dale a un hombre un pescado y lo alimentas por un día. Enseña a un hombre a pescar y lo alimentas de por vida”, ciertamente aplica aquí. Encomiéndale a las mujeres el conocimiento de sus propios cuerpos y ¿déjalas qu pongan manos a la obra?